5.24.2006

La libertad de expresión no es nuestra...

Discurso de clausura de la cuarta generación de becarios de Prende.



Señor rector de la UIA, José Morales.
Señora directora del departamento de Comunicación, Gabriela Warkentin
Señor director ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia, José Buendía
Miembros del staff de Prende
Catedráticos, invitados, colegas, amigos todos.


¿Qué tan diferente es el México del 4 de enero pasado, al de hoy, el del 19 de mayo?

En apariencia, podría parecer casi igual: Tenemos el mismo galimatías nacional, con muchos rostros, nombres y situaciones que se siguen repitiendo y contando de la misma forma.

Haciendo un poco de memoria, en este lapso han pasado muchas cosas: Aprobó el Senado las reformas a la Ley de Radio y Televisión; por la negligencia empresarial y gubernamental murieron más de 60 trabajadores en Pasta de Conchos y el conflicto minero se ha extendido a Michoacán, Zacatecas y Sonora; empezamos a padecer las mediocres campañas electorales; atestiguamos lo nefasto de un gobernador precioso; no cesaron los agravios a periodistas; la violencia regresó a Atenco; y ahora se está militarizando la frontera norte.

¿Es, entonces, de veras diferente nuestro país al de hace cinco meses?
No lo sé, pero nosotros sí lo somos.

En este periodo entre enero y mayo, 10 reporteros de cinco entidades hemos aprendido y recordado que podemos hacer un mejor periodismo, más ético y comprometido, más responsable y crítico, más sistematizado y creativo, más reflexivo y plural, más moderno y efectivo, más incisivo y completo.

Reafirmamos ahora que siempre habrá algo más por aprender.
La tarea está por delante.
Lo mejor, aún está por venir.

La lucha contra las inercias en nuestras redacciones se antoja complicada, pero puedo asegurar que la daremos; las ataduras e intereses de nuestros medios nos pesarán, pero hallaremos forma de esquivarlos, insisto, ya no podemos practicar el periodismo como antes.

Nosotros, la cuarta generación de becarios de Prensa y Democracia, ya somos parte de un cambio que se reflejará tarde o temprano en el periodismo nacional, y que a la larga en verdad contribuirá a formar mejores medios para una mejor sociedad. Agradecemos esta oportunidad a la Fundación Prensa y Democracia así como a la Universidad Iberoamericana, que asumieron el reto de coadyuvar en nuestro mejoramiento profesional.

Juan Luis Cebrián en un libro prodigioso, Cartas a un joven periodista, hace una observación de la que me apropio por resumir parte de la experiencia de haber estado aquí: “La cuestión no está en dignificarnos, sino en cómo ser mejores, en aprender más, en prepararnos, en decir menos tonterías. Se trata de que nuestra imprudencia sea fruto de nuestra pasión, pero no de nuestra ignorancia”.

Y nos dice algo para recordar siempre: “Hablar, es un privilegio de todo ciudadano libre, no de una casta social o profesional constituida por periodistas, ostentadores de un carnet o un diploma. La libertad de expresión no es nuestra, sino de nuestros lectores. Bastante es que sepamos administrarla con prudencia, sin zafiedad, sin miedo”.

Estamos a unos instantes de regresar a la vida de la información diaria, la que por casi cinco meses hemos atestiguado desde afuera de los medios de donde salimos, ese mundo en el que adquirimos mucho de lo que nos ha hecho estar reunidos aquí.

¿Ese México, del que seguiremos contando historias, ha cambiado en los últimos cinco meses? No lo sé. Pero nosotros haremos algo al respecto a partir de hoy.

Bety, Vero, Sandra, Gaby, Vero, Shaila, Karla, Juancho, Saúl… Pepe, Ceci, Raúl, Iván, Lenny… Gracias por todo.

Que Dios reparta suerte y Prende, muchas más becas.

Jorge Machuca Luna

México, D.F., 19 de mayo de 2006.

1 Comments:

At 12:49 p.m., Blogger ian saul said...

Los días transcurrieron mas deprisa de lo esperado por todos los que llegamos con grandes sueños el 4 de enero a la ciudad de México, en particular a la Universidad Ibero Americana.
Ese día fuimos lo que ahora somos, 10 desconocidos dispuestos a iniciar un reto y tomar la vida desde otro punto de vista, con la esperanza de iniciar una carrera cuesta arriba, misma que pensamos estaría cinco meses adelante, a mediados del mes de mayo.
Sin embargo, al llegar la fecha conocida desde que inicio este reto, descubrimos que sólo habíamos recorrido las faldas de la montaña, apenas dio tiempo de recoger las herramientas necesarias para una travesía que podrá durar toda la vida.
A lo largo de ese tiempo, los 10 desconocidos nos dimos a la tarea de dejar de serlo, poco a poco, paso a paso las puertas de una y otra alma se abrieron, algunas sólo dejaron ver un poco de lo escondido detrás de un par de ojos, otros permitieron vislumbrar las heridas de una vida de batallas y luchas constantes.
Esto no quiere decir que, algunas de estas personas sean menos queridas que otras, todos teníamos algo para compartir y cada uno era capaz de necesitar en todo momento el apoyo del compañero de a lado.
Ahora, cinco meses más tarde los lazos deben extenderse más allá de toda memoria y todo momento, las almas quedaron abiertas y los corazones dispuestos a brindar más de lo que pueden en el momento necesario.
Nos convertimos en parte de una generación más de estudiantes de paso por la Ibero, pero en el fondo somos algo así como una hermandad unida por las mismas metas y el deseo intenso de ser mejores cada día.
Ahora los 10 desconocidos, tienen una profunda brecha de distancia que no debe ser obstáculo para estar juntos y el reto ahora es mantener las ideas, los proyectos y los sueños en el mismo camino, pues al inicio de la nueva jornada el estar unidos los fortalecerá y permitirá su crecimiento en conjunto.
Así pues es la historia de todos quienes pasan por este lugar, quizá no todos terminen como fraternidad y con tanto amor para dar, pero todos tenemos la responsabilidad de ser mejores y ayudarnos a mejorar

Saúl Ortega
Becario de la cuarta generación Prende
Texto que dedico a mis 9 compañeros que dejaron de ser desconocidos.
Confio este breve resumen sirvan de inspiración para otros becariosl

 

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