8.24.2006

Periodismo de investigación, con la guardia baja.

Las presiones a la prensa argentina en el gobierno de Kirchner

Daniel Santoro *

Antes de viajar a Estados Unidos, se desató un escándalo en la Argentina porque un grupo de desconocidos espió y robó los mensajes que intercambié a través de mi correo electrónico en Internet durante dos meses con el juez Daniel Rafecas, quien investiga a dos traficantes de drogas serbios presos en mi país. ¿Cómo me enteré que habían violado mi correo electrónico del diario Clarín, el diario más grande de la Argentina? Cuando los abogados de los traficantes de drogas con total impunidad presentaron mis mensajes privados a otro juez para denunciar que el juez Daniel Rafecas había violado la ley por responder preguntas off the record a un periodista.

Pero eso no fue todo. Dos semanas más tarde, el grupo de desconocidos publicó en Internet unos 70 correos electrónicos míos de mis diálogos, a través de mi correo electrónico, con el juez Daniel Rafecas, fiscales, diputados, funcionarios y otras de mis fuentes de información. La nota termina con la dirección de mi casa, mi número de teléfono particular y una foto en la que estoy cenando en un restaurante con dos primos y una sobrina con esta amenaza: "¿Será esta la última cena de Santoro?". Los desconocidos, además de mis mensajes, mostraron los mensajes privados de un juez de la Corte Suprema de Justicia, un fiscal y un senador, entre otros. Este ataque informático masivo provocó miedo entre todos los que intentamos investigar la corrupción en la Argentina.

Luego de 26 años de ejercer el periodismo, para mí esta amenaza es otra de una larga cadena. En 1995, cuando descubrí que el gobierno del entonces presidente Carlos Menem había traficado 6 mil 500 toneladas de armas y municiones a Croacia durante la guerra de los Balcanes a pesar de un embargo de la ONU y a Ecuador que estaba en guerra con Perú, recibí amenazas de muerte, me abrieron un juicio por violar secretos de Estado y el abogado de un traficante de armas me ofreció 40 mil dólares para dejar de investigar el caso. Preferí seguir siendo un periodista pobre pero honesto.

Sin embargo, las amenazas que recibí y recibo en la Argentina -como otros periodistas argentinos que hacemos periodismo de investigación- son sólo un juego de niños comparado con las situaciones que sufren periodistas de Colombia, México o Venezuela. En la Argentina, desde que se restauró la democracia, sólo hubo un periodista asesinado: José Luis Cabezas. Antes, durante la dictadura militar hubo 100 periodistas desaparecidos. Los periodistas que arriesgan sus vidas no somos los argentinos, sino nuestros colegas de Colombia, donde fueron asesinados 100 en los últimos años, o de México, donde el narcotráfico mató a 10, sobre todo de las ciudades fronterizas con Estados Unidos.

Pero además de las amenazas de los narcotraficantes o traficantes de armas, ¿cuál es el contexto político para investigar la corrupción en los gobiernos de América Latina?

Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y otros países de América Latina tienen gobiernos de centroizquierda y, al contrario de lo esperado, la mayoría de estos gobiernos tiene una relación tensa con la prensa en un clima poco propicio para investigar.

En mi país creíamos que con la llegada de Néstor Kirchner -un dirigente del peronismo de izquierda que vivió la violenta década del setenta- se iban a terminar las presiones a la prensa del menemismo, cuyo gobierno llegó a iniciar más de 100 juicios por calumnias e injurias a periodistas y sobornaba periodistas a través de un sistema bautizado irónicamente como "la cadena de la felicidad" que usaba fondos secretos de los servicios de inteligencia para ese objetivo.

Con Kirchner se renovó la Corte Suprema de Justicia y hasta ahora no hubo ningún juicio contra un periodista. Sin embargo, en tres años de gobierno jamás dio una conferencia de prensa, se instauró un sistema de telefonazos a periodistas para quejarse por sus notas y el vocero presidencial no da noticias. Algo parecido pasa en Brasil con Lula, algo parecido pasaba con Lagos en Chile y en otros países. Pero en la Argentina, el gobierno de Kirchner también opera sobre los dueños de los medios: en el 2005 extendió por decreto, no por ley, las licencias de radiodifusión por diez años más, tres meses antes de unas elecciones parlamentarias clave y maneja discrecionalmente la publicidad del estado en los medios de comunicación.

Quiero decir con esto que la cultura política no avanzó en estos primeros años del nuevo milenio. Esperábamos que los gobiernos de centroizquierda respetaran el nuevo rol de la prensa, además de formar, informar y entretener: convertirse en el controlador del poder o en el watchdog o perro guardián de la democracia. Esperábamos que comprendiera que es normal que haya "tensión" entre los gobiernos y la prensa y que es el rol de los periodistas plantear en la agenda de debate público los temas que le interesan a los lectores y no los temas que le interesan al gobierno de turno o a los otros factores de poderes, sobre todo el económico, que funcionan en nuestras sociedades.

Es un problema de la clase política pero también de los editores. Para algunos editores convencionales sólo es publicable una investigación que esté relacionada con algunos de los temas que estuvo en la agenda de debate público de la semana.

Es cierto que de la mano de esta baja cultura política, enfrentamos instituciones débiles. Estados y partidos políticos que funcionaban mal. Y todos sabemos que sin estado y sin partidos políticos que practiquen la Política -con mayúscula- no hay democracia. Entonces, es nuestro deber no generalizar, no practicar un periodismo de campanazos, de denuncias vacías que presenten a todos los políticos, a todos los partidos, como corruptos.

Esto lo digo en el marco de una autocrítica. Así como estos comentarios empezaron sobre el rol de los políticos en América Latina, así generalmente investigamos la corrupción como si fuera únicamente responsabilidad de los políticos y funcionarios. La corrupción es como el tango, se baila de a dos y muy juntitos. ¿Cambiaron los empresarios que en los setenta sobornaron a funcionarios menemistas o de Collor de Mello? La respuesta es no. Recientemente, una revista argentina entrevistó al cocinero de la casa de gobierno y le preguntaron qué era lo que más le llamaba la atención en 30 años de cocinar para los presidentes argentinos. La respuesta fue que el anfitrión (el presidente) cambia cada cuatro años (o menos por las crisis económicas argentinas) pero que los invitados eran siempre los mismos empresarios... Es nuestro deber poner la lupa sobre las dos partes y reclamar reglas de juego claras y transparentes para los negocios.

En este contexto, el periodismo de investigación en América Latina está con la guardia baja, salvo excepciones como en Costa Rica, donde el diario La Nación realizó en el 2004 una investigación sobre los casos Alcatel y Finlandia que mandaron presos a dos ex presidentes, incluyendo el ex titular de la OEA Miguel Ángel Rodríguez.

En la Argentina quedó una sola unidad de investigación, la del diario Clarín. El resto fue cerrada. No se logra o no se puede investigar profundamente zonas grises del gobierno de Kirchner por los factores antes señalados. Hay dos programas en la TV abierta que se autodenominan de investigación, pero la mayoría de las bases son notas basadas en la cámara oculta. Sin embargo, proliferan los excelentes libros periodísticos.

En México, hace cinco años, el diario Reforma cerró su unidad de investigación y, según Rossana Fuentes, al periodismo de investigación que queda "hay que hacerle respiración boca a boca".

En Brasil, existe un proyecto importante sostenido por la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (ABRAJI) para fomentar esta especialidad del periodismo, pero no hay grandes investigaciones en los últimos años.

En Perú, Ricardo Uceda y otros periodistas de investigación con experiencia han emigrado de los grandes medios hacia otro tipo de espacios periodísticos y no hay investigación en profundidad como en la época de Fujimori. La unidad de investigación del diario El Comercio de Lima afronta dos juicios multimillonarios por calumnias e injurias de parte del grupo Bavaria y del ex dueño de Aerocontinente, a quien se lo vinculó con el narcotráfico.

En otras palabras, no hemos logrado todavía crear una tendencia, una cultura de periodismo de investigación. En cambio, sí hay muchos esfuerzos -como los talleres de capacitación de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que preside el premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez y tiene su sede en Colombia- y mucho interés en nuevas generaciones de periodistas.

También hay nuevas tendencias. Rosental Alves, periodista brasileño y profesor de la Universidad de Texas, contó cómo periodistas free lance en Estados Unidos desde sus weblogs están obligando a los grandes medios a meterse con temas que no se quieren meter. Es una tendencia importante en el mundo desarrollado, donde el 50 por ciento de la población tiene acceso a Internet. En América Latina, solo el 14 por ciento está on line.

Pero lo fundamental para el periodismo sigue siendo el periodista, sus capacidades y su decisión de afrontar riesgos profesionales, jurídicos y hasta físicos para meterse con los poderes que dominan América Latina y la han hecho unas de las regiones más pobres del mundo. No la tecnología.

Desde hace diez años, un pequeño ejército desperdigado de locos periodistas, que pasaron por los talleres de la Fundación, andan investigando en medios masivos, medios alternativos o libros. Y como nos dijo el premio Nobel de literatura y periodista Gabriel García Márquez, en el 2002: "Salgan de la comodidad de los escritorios de las redacciones a las calles de América Latina a buscar las historias ocultas de los Menem, Fujimori o Collor de Mello".

____________________________________________________________

* Daniel Santoro es miembro del Consejo Editorial de Sala de Prensa, editor de la sección política del diario Clarín de Buenos Aires, Argentina, y profesor en la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano. Dicta dos talleres anuales sobre Periodismo de Investigación (en el primer y segundo semestres) en la Escuela de Periodismo de la Universidad Univeridad Diego Portales. Ha recibido el Premio Internacional del Periodismo Rey de España en 1995; en 1997 fue nombrado Caballero de la Orden al Mérito de la República de Italia, y en octubre del 2004 recibió el premio Maria Moors Cabot, que entrega la Universidad de Columbia. Su último libro es Técnicas de Investigación. Métodos desarrollados en diarios y revistas de América Latina (FNPI-FCE, 2004). Este es el discurso que pronunció en junio pasado en la trigésima conferencia anual de la organización Investigative Reporters and Editors (IRE), celebrada en Fort Worth, Texas.

8.21.2006

EXPERTO DE OEA COMIENZA ESTUDIO DE PERIODISTAS ASESINADOS EN LAS AMÉRICAS

El relator especial de libertad de expresión de la Organización deEstados Americanos (OEA), Ignacio Álvarez, está invitando aorganizaciones no gubernamentales a proporcionar información sobre elestado de sus investigaciones de los asesinatos de periodistas en laregión de las Américas.El relator lanzó un estudio de los periodistas que fueron asesinadosentre 1995 y 2005 para determinar cuantos casos han sido resueltos.Según Álvarez, ha habido 172 asesinatos durante el periodo, de loscuales 83 ocurrieron en Colombia. México y Brasil tuvieron lossegundos totales más elevados, con 24 cada uno.Álvarez estará buscando información sobre personas que hayan sidodetenidas, acusadas o condenas en relación con cada caso de homicidio;la etapa actual del proceso penal en cada caso; y si los asesinatosestaban relacionados con los deberes profesionales de las víctimascomo periodistas.La meta del estudio es producir una tabla final que muestre el estadode las investigaciones de cada asesinato y un análisis general de lasituación en la región.Para obtener más información acerca de la labor del relator especial,visite: http://www.cidh.org/relatoria/

8.16.2006

Repunte económico beneficia a trabajadores de VW en revisión contractual

* Empresa cederá ante presión del sindicato para evitar huelga

* La coyuntura beneficia a los trabajadores: la empresa está presionada y cederá más ante el sindicato, opina investigador de la UAP, quien por otro lado, atribuye problemas de la compañía a falta de visión gerencial

Sin necesidad de llegar a la huelga y debido a que superó la meta de producción prevista para el primer semestre de este año, el Sindicato Independiente de Trabajadores de Volkswagen de México (Sitiavw), conseguirá mayores beneficios para sus 9 mil 9 682 afiliados en la revisión contractual del 7 al 18 de agosto que se llevará a cabo en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, coincidieron la representación gremial, obreros e investigadores.
Los buenos augurios están sustentados en información oficial y análisis de contexto: en 2006 estaba planeado el ensamble de 350 mil automóviles. A finales de junio, habían sido fabricadas 180 mil 730 unidades, casi 55 mil más que en el mismo periodo anterior (126 mil). Para la empresa, el repunte es claro. Desde agosto de 2005, en promedio, produce 30 mil unidades por mes, ocho mil más que el primer semestre de ese año.

Puntos a favor
Para Huberto Juárez Núñez, investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), especializado en el sector automotriz, estos resultados impiden a la firma permitir la huelga; "la coyuntura beneficia a los trabajadores ya que la empresa en el afán de continuar con esta producción estará presionada y cederá más ante el sindicato.
En entrevista con Síntesis, calculó que la VW cerrará con una producción de 380 mil vehículos, cantidad similar a la registrada en 2001, lo que reflejará una clara recuperación que evitará perder.
No obstante, recomendó a los trabajadores estar al pendiente de la negociación y no permitir la reducción de prestaciones porque de seguir así en unos cuantos años estarán perdiendo todo en detrimento también para los trabajadores en general que se conformarán con lo que las empresas quieran dar, a pesar de su alta producción.
En su opinión, los problemas de la compañía alemana tienen que ver con su falta de visión, pues si bien los automóviles son de calidad, la mayoría de sus diseños es monótona y le falta abarcar el rubro de las camionetas.
Aseguró que la petición de flexibilidad de la empresa al sindicato, se trata de una estrategia para responsabilizar a los obreros de las consecuencias generadas de su falta de visión hace unos años para competir en este momento.
"Se ha dado cuenta que sus modelos no se venden, pero no emprende nuevos diseños; se estanca. Sino reconoce errores jamás será competitiva".
Puso el ejemplo de Ford cuando decidió, por sus bajas ventas, dejar de producir el Focus y emprendió nuevos proyectos, hablamos de autos de lujo, que gustaron a los clientes norteamericanos y europeos. "Con este cambio, produjo en el primer semestre de 2006, 34 mil más que en todo 2005". Y es que la clave está en el diseño de la unidad y la correspondiente reestructuración para su fabricación.
Por ello, también, refirió el caso de Toyota, que por sus diseños y estudios de mercado triplicó sus utilidades en 2005 respecto a hace cuatro años. "Y hay que decir que no afectó los derechos laborales".
Y abundó: en 1993, Toyota tenía utilidades por mil 474 millones de dólares contra 2 mil 466 de General Motors (GM). Cuatro años después, GM triplicó sus ganancias (6 mil 698 millones). Toyota también las multiplicó por tres (3 mil 701 millones). Pero, a la par, "se percató del amplio mercado de las camionetas y se renovaron. En 2005 logró utilidades por 12 mil 500 millones de dólares". En cambio, en 2005, GM registró pérdidas por 10 mil 500 millones de dólares.
Juárez Núñez explicó que las altas utilidades de Toyota no se pelean con los beneficios laborales que tienen sus trabajadores, quienes ganan entre 17 y 18 dólares la hora.
"Volkswagen de México debe apostarle a reconocer la importancia del capital humano, además de aceptar y corregir sus errores en diseño y su falta de estudios de mercado al omitir una variada producción de camionetas".
El académico recalcó que el caso de Toyota muestra que es posible lograr una alta productividad respetando las conquistas laborales. Y es que la competitividad va ligada al compromiso de los trabajadores, el cual depende de su bienestar. "A un obrero no lo puedes incentivar si le dices: mira, se me hace que esa cláusula que te permite gozar de tantos días de vacaciones me está afectando como empresa".
Se tienen que encontrar los procedimientos adecuados, lograr inversiones en gran escala en tiempos adecuados, concentrar capacidades en diseños, reducir en costos de fabricación con ahorro de materiales, así como ocupar los tiempos muertos y utilizar la mejor tecnología. "Pero, eso no se hace sin el esfuerzo de los trabajadores".

Visión oficial
Pese a las recomendaciones, la gerencia de la Volkswagen solicita un replantamiento de las cláusulas económicas debido a "sus bajas ventas, altos costos de producción y una fuerte competencia".
Entre los cambios propuestos destaca el previsto para la cláusula 2 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), con el fin de que se le permita fabricar todo tipo de piezas y autos fuera de la unidad industrial.
Síntesis
consiguió también las propuestas de las casi 25 cláusulas y tres nuevas condiciones que la empresa pretende modificar y obtener. Entre otras cosas, quiere que el sindicato apruebe que la dirección pueda despedir a trabajadores por baja capacitación, la posibilidad de aumentar el salario de los trabajadores cada 12 meses y no cada 9 meses como se estipula actualmente si el trabajador cumplió con lo asignado, nuevos horarios y trabajar los sábados. También pretende la eliminación de tolerancia en la entrada de 15 minutos, así como del premio mensual y anual.
Además, quiere tener facultades para cambiar al personal sin convenirlo con la representación sindical, mantener sin variación la ayuda económica para útiles escolares y vales de despensa, eliminar la pausa de enfriamiento para trabajadores de fundición, reducir el aguinaldo 12 días de salario por faltas y que las utilidades sean suprimidas.
Por último, la empresa solicita la libertad para contratar y despedir gente de acuerdo a la alta y baja producción, el llamado banco de horas que consiste en que los obreros trabajen horas o días de más sin pagos económicos, sino sean compensados por otras horas o días después y nuevas condiciones de contratación para los de nuevo ingreso que implican sólo 34 días de aguinaldo, 25 por ciento de prima vacacional y vales de despensa con valor del 40 por ciento de un día de salario.
Según Thomas Karig, director de Relaciones Corporativas y Estrategias de la compañía alemana, es necesaria la flexibilidad laboral para el logro de una mayor competitividad. Aseguró que el actual contrato colectivo se tiene que modernizar, pues "tiene un rezago de 14 años y no responde a las nuevas circunstancias de la industria automotriz a nivel nacional e internacional". Sin embargó, negó que con esto se afecten los derechos laborales.

Pliego petitorio
El pliego petitorio del Sitiavw, que obra en poder de Síntesis, incluye aumento de 8.5 por ciento al salario y 2.75 en prestaciones, así como la modificación de casi 40 cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo, con el fin de que los trabajadores sean valorados por su trabajo, logrando y recuperando prestaciones laborales.
Por ejemplo, plantea la modificación de la cláusula 13 para que la empresa en caso de requerir a contratistas externos lo acuerde previamente con el sindicato, a fin de evitar la reducción de la plantilla laboral.
También propone recuperar la aplicación del CCT en las diferentes plantas que establezca VW en el país "porque los trabajadores deben acceder a salarios y prestaciones dignos".
Cabe destacar que esta cláusula fue modificada en 1992, durante la gestión de Gaspar Bueno Aguirre, cuyo comité autorizó que el contrato colectivo de trabajo sólo rigiera "única y exclusivamente" en la unidad de Puebla.
Asimismo, exige mayores prestaciones como la adquisición de lentes, gratuidad de los servicios de la unidad deportiva, ampliación de rutas de transporte para evitar la falta del mismo y aumento de aguinaldo y utilidades, así como el incremento de las ayudas a útiles escolares y vales de despensa.
Por último, otro punto importante que plantea es la participación más directa para el logro de la productividad de la empresa, ya que "los trabajadores también tenemos ideas y podríamos aportar demasiado", dijo un obrero que solicitó omitir su nombre.

Defensa laboral
Por su parte, el vocero del Sitiavw, Miguel Ángel Galán Hernández, garantizó la defensa del contrato colectivo de trabajo y también luchar por el pliego petitorio acordado con los trabajadores, aunque, admitió que si la gerencia deja de insistir en la famosa flexibilidad laboral, sólo se avocarán al aumento salarial y de algunas prestaciones.
"Si la empresa cede, nosotros también podemos ceder, pero el punto es no perder más conquistas laborales. Y si no concede nada estamos dispuestos a declarar la huelga".
Al final, obreros entrevistados por Síntesis manifestaron su negativa a perder beneficios laborales. "Siempre antes de la negociación, la empresa dice que las ventas son muy bajas y se carece de competitividad para convencernos de bajar nuestros salarios y prestaciones. Pero, ahora, no otorgaremos más conquistas laborales porque de seguir así nos quedará muy poco dentro de unos años y las luchas laborales van hacia delante, no hacia atrás".


Tania Damián Jiménez
Becaria Fundación Prende
Generación Otoño 2005

8.11.2006

De la democracia niña y un periodismo adolescente

Los retos del periodismo mexicano frente a su compromiso con la democracia

Por Delia Angélica Ortiz
Becaria Generación Otoño 2006


Hace unos años, llegó a mi esta frase: "El arma fundamental del periodista es la verdad. La del funcionario es la ley. Respetémoslas conjuntamente, cada quien fiel a su deber”. Incluso en mis primeros años de reportera, recuerdo al entonces regente Oscar Espinosa Villareal, antes de entrar a una reunión de trabajo, advertirme: “Su trabajo es buscar enterarse de lo que pase adentro. Mi trabajo es que usted no lo logré”.


¿Cuál es la labor del periodista? Es una pregunta que continuamente hay que formularnos, sobretodo cuando este es el contexto en que ejercemos. Afortunadamente, a 10 años del reto que esa tarde me lanzó Espinosa Villareal, ahora podría responderle que si su reunión era de trabajo, como lo era, todo lo que se tratara en ella es de interés público. Y entonces con los mismos argumentos de la primera frase sobre “la verdad y la ley” podría apelar a tener un reporte de dicha reunión.


Un dato curioso es que esa frase primera, sobre la verdad y la ley, es de la autoría de alguien que quizá jamás la respetó, Gustavo Díaz Ordaz, y me resulta un ejercicio interesante leerla nuevamente a cuatro décadas de que fuera pronunciada. ¿Cómo ha contribuido la labor periodística para que se superara el México de los años 60 y 70 y distintos sectores de la sociedad encontraran espacios de apertura a sus propuestas? Y lanzo esta pregunta, sin afirmar que ya hayamos pasado la prueba. Conciente de que en México hay que hablar de una “democracia niña”. Hay que hablar de un proceso en marcha.


Robert Dahl afirma que para satisfacer las exigencias de la democracia, los derechos que le son inherentes deben estar efectivamente a disposición de sus ciudadanos. Si no lo están, entonces el sistema político no es, a estos efectos democráticos, con independencia de lo que el gobernante pretenda; los adornos de "democracia", son una mera fachada para un gobierno no democrático.


"Parte de la expansión de la democracia -quizá una buena parte de ella-- puede explicarse fundamentalmente por la difusión de ideas y prácticas democráticas”, dice este politólogo y sociólogo norteamericano. Es ahí donde intento encontrar la respuesta sobre el papel que ha jugado y juega el periodismo en un país como México donde los índices de marginación impiden a la población acceder a las herramientas mínimas básicas de la democracia.


Entonces, la discusión sobre el papel del periodismo en las sociedades democráticas o pretendidamente democráticas podría centrarse, como explica Giovanni Sartori, en la importancia de influir en la opinión pública. "Elecciones libres con opiniones impuestas, no libres, no conducen a nada", escribió en ¿Qué es la Democracia?




Lanzo entonces nuevamente otra pregunta. ¿Hay en el gremio, actualmente, conciencia de esta influencia? Y es que en la medida en que la sociedad ha cambiado, en los últimos 40 años, en esa misma medida los periodistas debemos replantear los retos y las dificultades de la profesión.


Sin duda los esfuerzos de democratización, la globalización, las nuevas tecnologías y los intereses de los empresarios de la comunicación son las variables a considerar. Cuando muchas veces la información funcionó como un arma en la lucha política, por la influencia y por el poder, hoy día ese valor ha sido sustituido por objetivos de "ventas". En el análisis que, por ejemplo, hace Ryszard Kapuscinski de la situación, enfatiza precisamente esa revaloración del periodismo de acuerdo con los cambios.


Los medios electrónicos dieron al periodismo otras posibilidades y si pensamos a la sociedad como sociedad de masas, hay que pensarla como una sociedad expuesta fácilmente a la movilización y a la manipulación. William Kornhause afirma, de hecho, que el hombre-masa está aislado, vulnerable, y por lo tanto, disponible: su comportamiento oscila entre los dos extremos de un activismo intenso o de la apatía. De ello deriva que el "tipo psicológico que caracteriza a la sociedad de masas aporta un escaso sostén a las instituciones de la democracia liberal".


Democracia o “Masacracia” diría Sartori: "El nexo entre opinión pública y democracia es constitutivo: la primera es fundamento sustantivo y operativo de la segunda. La opinión pública no es ‘innata’; es un conjunto de estados mentales difundidos (opinión) que interactúan con flujos de información. Y el problema se presenta por esos flujos de información. El público más que nadie, los recibe. Entonces ¿cómo asegurar que las opiniones recibidas en el público son también opiniones del público? En suma, ¿cómo hacer prevalecer una opinión pública autónoma? Y, por el contrario, ¿cuándo la opinión pública llega a se heterónoma?"


Esta podría ser la fotografía de la circunstancia actual de los medios de comunicación en México. Y es precisamente el debate que debemos dar quienes ejercemos en los medios, pues de nada sirven las teoría de lo que debe ser el periodismo o la labor del periodista, si en los hechos serán los dueños de los periódicos y de las televisoras quienes impondrán su criterio.


Cuando Kapuscinski dice que nuestra profesión siempre se basó en la búsqueda de la verdad: el valor de la noticia o del texto era dar cuenta de la verdad, y me niego a que parezca que esto es una evocación del pasado, un recuerdo. El compromiso es ocuparnos de que aquellos que tienen acceso a los micrófonos tengan una formación sólida y un compromiso con su responsabilidad como comunicadores, porque en esa cadena alimenticia de la opinión pública, los medios de comunicación tienen un papel fundamental de enlace entre las elites que genera la opinión y las bases, en un tipo de efecto cascada.


"Los grandes públicos son informados suficientemente, insuficientemente, o ampliamente desinformados?", se pregunta Sartori. La respuesta es simplemente que la base de la información de las grandes masas es paupérrima. Y en ese contexto cómo podemos hablar de opiniones auténticas y autónomas que fortalezcan a una democracia. Para llegar a ello se requiere de una sociedad educada cívicamente y en ello Sartori pone el acento fundamental. En tanto eso no suceda, aunque la mayoría vote, cuál será la calidad de ese voto. Si, por ejemplo, fue influido mayoritariamente por la información dé los noticiarios de televisión.


"El pueblo influye pero, al mismo tiempo, es influido. Ésa es la semilla que más debemos cuidar, aunque es de lo que hoy menos se ocupa la teoría de la democracia". Además, explica Sartori, "las elecciones dependen de la opinión y son importantes no por lo que hacen sino por lo que hacen hacer, y no tanto por cómo suceden sino por el hecho de que suceden".


Desafortunadamente, con preocupación veo que los medios de comunicación en México actúan irresponsablemente en procesos fundamentales para nuestra naciente democracia. En el actual proceso electoral, por ejemplo, se privilegia el espectáculo que dan los candidatos con sus acusaciones, con los dimes y los diretes, sin que ello contribuya a que el elector se forme una opinión política y haga un voto razonado.


Igual ocurrió con el desalojo en Atenco. Sin pudor, vimos en televisión, al estilo reality show, el espectáculo que regalaron primero los simpatizantes del Frente por la Defensa de los Pueblos al bloquear una autopista y luego vimos también los toletazos, a los descalabrados y hasta a los perros golpeados. El poder de la imagen es irrefutable, porque aunque después se presentaron las declaraciones incluso de abuso sexual a algunas de las mujeres detenidas en ese operativo, su dicho se puso en duda. Y hoy día, a poco más de un mes, cuando han presentado las pruebas de esos abusos, esa información no ha merecido el mismo espacio que ocupó el desalojo. ¿Cómo actuará el electorado cuando Enrique Peña Nieto vuelva a proponerse a un cargo de elección popular? Y no estaría pendiente sólo esa factura, por igual habría que pensar en su falta de disposición para abrir la información sobre las irregularidades en el gobierno de su predecesor Arturo Montiel. ¿Hasta cuándo los medios volverán a ocuparse de Montiel? ¿Cuándo nuevamente dé espectáculo?


Vuelvo a la frase jamás aplicada por su autor: “El arma fundamental del periodista es la verdad. La del funcionario es la ley. Respetémoslas conjuntamente, cada quien fiel a su deber”.


Hoy por hoy, como periodistas podemos combinar ambas, “la verdad y la ley”. Potenciando al máximo todas las puertas que nos abre la Ley de Acceso a la Información Pública y traducir esa información en trabajos periodísticos útiles para explicar la realidad. Hay que alejar el trabajo periodístico del espectáculo y dejar de escuchar los cantos de esas sirenas que exigen a mayor raiting, menos periodismo. Con ello no digo que de inmediato la democracia pasará de la infancia a la pubertad, eso depende de todos los sectores de la sociedad, pero al menos el periodismo dejará de adolecer de aquello que sí puede ser un obstáculo para el ejercicio democrático pleno.