5.26.2006

Historias que en el periodismo no venden.

El radiorreportaje Miradas desde el corazón: por la libertad cultural dentro de la diversidad, es el resultado de varios meses de trabajo sobre un mismo tema difícil de abordar, me refiero, a la riqueza cultural del país que nos hacer ser distintos, pero similares a la vez, por carecer de políticas públicas que atiendan las necesidades de los múltiples grupos sociales que habitan los muchos Méxicos en que vivimos. Grupos, que hoy día por más democracia que se divulgue existe, no cuentan con leyes, reglamentos, políticas y sobre todo, atención y respeto, por parte de las autoridades, las instituciones y los sectores de la sociedad mexicana. Vulnerables todos, comprendidos pocos.

A partir de la historia de Neikame, un joven wirrárika del Nayar, que desde niño hizo radio, luego formó una Asociación Civil de jóvenes wirrárikas, siguió haciendo radio, estudió y hoy día cursa su doctorado en China, se recogieron los testimonios de tres importantes voces indígenas en el país: el poeta Natalio Hernández, nahua, quien se refiere a la urgencia de reformular el artículo 3ero. de la Constitución donde se incluya la educación bilingüe; Adelfo Regino, mixe, que lucha por la autonomía de los pueblos indios como abogado y miembro del Congreso Nacional Indígena; Elías García, chinanteco, que después de estudiar ingeniería en el Distrito Federal, regresó a su comunidad para trabajar a favor de la pacífica convivencia.

México vive muchas realidades, tantas, como la diversidad del mismo país nos lo permite. Y es la cosmovisión indígena la que sirve de tesis en el reportaje, para voltear a la lucha y el respeto de los derechos de las otras minorías, las minorías urbanas teñidas por las preferencias musicales, conceptuales, de hábitos, gustos, definiciones sexuales, y un largo etcétera, pero que son ciudadanos al pagar sus impuestos, trabajar, votar, ejercer sus deberes, pese a que sus derechos no son respetados y pisoteados; historias pues que a los medios masivos de comunicación no les vende nada: ni veracidad, ni ratting, ni moral.

Este trabajo tuvo una primera versión en 2004, concursó en el Premio Fernando Benítez de periodismo cultural que organiza la FIL en Guadalajara y, justo en esa edición, se declaró desierta la categoría de radio. Luego de una reformulación estética del sonido, entró a concurso en la categoría Radio Indigenista de la VI Bienal Internacional de Radio que organiza Radio Educación desde hace 10 años, ocupando así pues el tercer lugar.

Jade Ramírez
Ex becaria Prende Otoño 2005.

5.24.2006

La libertad de expresión no es nuestra...

Discurso de clausura de la cuarta generación de becarios de Prende.



Señor rector de la UIA, José Morales.
Señora directora del departamento de Comunicación, Gabriela Warkentin
Señor director ejecutivo de la Fundación Prensa y Democracia, José Buendía
Miembros del staff de Prende
Catedráticos, invitados, colegas, amigos todos.


¿Qué tan diferente es el México del 4 de enero pasado, al de hoy, el del 19 de mayo?

En apariencia, podría parecer casi igual: Tenemos el mismo galimatías nacional, con muchos rostros, nombres y situaciones que se siguen repitiendo y contando de la misma forma.

Haciendo un poco de memoria, en este lapso han pasado muchas cosas: Aprobó el Senado las reformas a la Ley de Radio y Televisión; por la negligencia empresarial y gubernamental murieron más de 60 trabajadores en Pasta de Conchos y el conflicto minero se ha extendido a Michoacán, Zacatecas y Sonora; empezamos a padecer las mediocres campañas electorales; atestiguamos lo nefasto de un gobernador precioso; no cesaron los agravios a periodistas; la violencia regresó a Atenco; y ahora se está militarizando la frontera norte.

¿Es, entonces, de veras diferente nuestro país al de hace cinco meses?
No lo sé, pero nosotros sí lo somos.

En este periodo entre enero y mayo, 10 reporteros de cinco entidades hemos aprendido y recordado que podemos hacer un mejor periodismo, más ético y comprometido, más responsable y crítico, más sistematizado y creativo, más reflexivo y plural, más moderno y efectivo, más incisivo y completo.

Reafirmamos ahora que siempre habrá algo más por aprender.
La tarea está por delante.
Lo mejor, aún está por venir.

La lucha contra las inercias en nuestras redacciones se antoja complicada, pero puedo asegurar que la daremos; las ataduras e intereses de nuestros medios nos pesarán, pero hallaremos forma de esquivarlos, insisto, ya no podemos practicar el periodismo como antes.

Nosotros, la cuarta generación de becarios de Prensa y Democracia, ya somos parte de un cambio que se reflejará tarde o temprano en el periodismo nacional, y que a la larga en verdad contribuirá a formar mejores medios para una mejor sociedad. Agradecemos esta oportunidad a la Fundación Prensa y Democracia así como a la Universidad Iberoamericana, que asumieron el reto de coadyuvar en nuestro mejoramiento profesional.

Juan Luis Cebrián en un libro prodigioso, Cartas a un joven periodista, hace una observación de la que me apropio por resumir parte de la experiencia de haber estado aquí: “La cuestión no está en dignificarnos, sino en cómo ser mejores, en aprender más, en prepararnos, en decir menos tonterías. Se trata de que nuestra imprudencia sea fruto de nuestra pasión, pero no de nuestra ignorancia”.

Y nos dice algo para recordar siempre: “Hablar, es un privilegio de todo ciudadano libre, no de una casta social o profesional constituida por periodistas, ostentadores de un carnet o un diploma. La libertad de expresión no es nuestra, sino de nuestros lectores. Bastante es que sepamos administrarla con prudencia, sin zafiedad, sin miedo”.

Estamos a unos instantes de regresar a la vida de la información diaria, la que por casi cinco meses hemos atestiguado desde afuera de los medios de donde salimos, ese mundo en el que adquirimos mucho de lo que nos ha hecho estar reunidos aquí.

¿Ese México, del que seguiremos contando historias, ha cambiado en los últimos cinco meses? No lo sé. Pero nosotros haremos algo al respecto a partir de hoy.

Bety, Vero, Sandra, Gaby, Vero, Shaila, Karla, Juancho, Saúl… Pepe, Ceci, Raúl, Iván, Lenny… Gracias por todo.

Que Dios reparta suerte y Prende, muchas más becas.

Jorge Machuca Luna

México, D.F., 19 de mayo de 2006.